lunes, 23 de enero de 2012

No hay más, por lo económico democracia por usos y costumbres

No hay más, por lo económico democracia por usos y costumbres


MSV.- Lo que acaba de suceder en Cherán se debería tomar en cuenta, tanto por lo que debe Michoacán, como porque haya menos hipócritas que frente, hablan bien, pero tan pronto se separan apuñalan por la espalda al que le juran llevarlo al poder.

Por ejemplo, de las 504 colonias que hay en Morelia, el comité electoral recorrería los tradicionales sectores y preguntaría, por quién, previa revisión de credencial electoral.

Si el cálculo del costo en cada municipio indígena sería de menos de la mitad de los doscientos mil pesos que dicen se gastó en Cherán porque estaba en conflicto, en las ciudades de conciencia electiva, no tendrían gasto mayor al medio millón de pesos.

Eso si, la compra de sufragios sería altísimo, pero el voto ya no sería secreto, sino público.

El gran problema estaría en que la pluralidad y la democracia, ya no sería como la corrupción: todos.

Las preferencias serían de acuerdo a las cantidades. Tenemos que recordar que los verdaderos dueños de los territorios, son los indígenas, procedentes de lo comunal, que en un sesenta y ocho por cierto lo conservan.

Ha habido ventas, aunque luego se rajan como los de Santa Fe de la Laguna, que de no ser por Genovevo Figueroa Zamudio que tuvo que indemnizar a los de Quiroga para regresárselos, hubiera seguido corriendo sangre.

La campaña de Chon Orihuela y por los espectaculares de Soto Sánchez que ya los vimos hasta por Lázaro Cárdenas, si ganara el “cara de niño”, ya no estaría obligado a negociar, pedir para otros y quedarse con más de la mitad para poder reponerse y pagar lo que un candidato pide prestado en base a promesas de que les ayudará.

Claro que los que apuestan y ponen por “adela”, saben a lo que le tiran, como los Ramírez que nada aportaron para Felipe de Jesús Calderón, que éste sexenio que ya va a terminar, fue malo para ellos, no así a Paco Medina, que un solo hombre, proporcionalmente, ha hecho con sus Altozanos, millón de veces más que lo que mi tigre Enrique Ramírez Miguel le sufrió –al que escribe le consta-, que hasta en camiseta suplía o ayudaba para que los carbones no produjeran apagones, porque luego empezaban los silbidos de fí fi fi, fí fí y los gritos de cácaros en su primer sala de cine en el D. F. que estaba en Insurgentes y Chapultepec, donde cada fin de mes, tomábamos café, que él nos servía.

Qué cosas salen cuando no se reportea, porque si hubiera ido a Cherán, no estaría mintiendo, sino que publicaría que el costo de la elección, no pasó de los veinte mil pesos, sino que fueron diez y ocho.

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