Por: Rodolfo Sánchez Mena
La candidatura de Isabel Miranda, (a) señora Wallace, a Jefe de Gobierno del Distrito Federal, resultó una maniobra exitosa, al imponerla verticalmente a los aspirantes panistas, con la más absoluta disciplina y sin provocar ni una sola protesta. Lo más importante de la conversión de una luchadora social en candidata panista a Jefe de Gobierno, fue la evaluación de los escenarios para hacer a un lado a Josefina Vázquez Mota, sin provocar una rebelión o fractura dentro del PAN.
Lo estratégico para los asesores de Calderón, no es tratar de derrotar al PRI en la Capital de la República. Lo importante es ganar la guerra interna del PAN, que Ernesto Cordero sea el candidato en lugar de que sea Vázquez Mota la primera mujer panista a la presidencia. La apuesta es hacer de Cordero el candidato y a la señora Wallace, su candidata en el DF. El riesgo de una fractura en el PAN es elevado. El apoyo de los panistas católicos a Vázquez Mota es manifiesto, en contra de Casa Sobre la Roca, una secta cristiana creada en Colombia por los servicios de inteligencia militar norteamericanos y que se ha extendido a México con la conversión de Felipe y Margarita y su apoyo, generoso, políticoeconómico para la proliferación de dicha secta, a la que acusan pertenece su delfín, Ernesto Cordero.
Como vemos, la imposición exitosa de la señora Wallace, a contra reloj de que sea Josefina la candidata presidencial del PAN, muestra los últimos pataleos de Calderón por salvar su pellejo, si Marta Sahagún logra imponerla en el PAN. Calderón, al hacer de la señora Wallace la candidata del PAN al gobierno capitalino, simplemente le da la vuelta al tuerca y al enunciado de la primera mujer candidata a la presidencia de la República. Rechaza tajantemente que no habrá dos mujeres panistas candidatas, una por la presidencia y otra por el gobierno capitalino. Desde otra perspectiva, la imposición de Isabel Miranda con el mismo perfil político en el tema de seguridad del candidato de Marcelo Ebrard, el ex Procurador, Miguel Ángel Mancera, rompe con la alianza política de Calderón-Ebrard.
Así, Calderón favorece a Alejandra Barrales. Con ello, inaugura una alianza inédita Calderón-López Obrador, impensable para muchos. Una jugada lateral, lucidora para conocedores, donde la vieja alianza es tirada a la basura, ha dejado de ser útil, ya no produce más que riesgos y perdidas. En cambio, la nueva alianza arrojará resultados novedosos y más prometedores, ahora que los rencores pasan al olvido y las diferencias unen a los opuestos en la República Amorosa. Si lo segundo no sucediese, la señora Wallace contribuirá a cavar la tumba del PRD en la Capital de la República. Toda vez que buena parte de los votos del PRD irán a dar al PAN. En cambio, los votos de los habitantes capitalinos hartos del PRD-PAN serán la base del retorno del PRI al gobierno capitalino.
La señora Josefina Vázquez Mota encabeza la rebelión de la mayoría panista contra Calderón. Así lo confirman las casas encuestadoras más acreditadas y los periodistas que demuestran que Calderón ya perdió con Ernesto Cordero Arroyo la posibilidad de imponerlo como su sucesor. Una serie de factores apuntan a favor de Vázquez Mota, al declararse favorable a la ampliación de la guerra contra el narcotráfico, con una mayor incidencia norteamericana, militar y de inteligencia. No se trata de mera retórica, sino de vínculos con los sectores que apuestan por prolongar y ampliar el teatro de guerra, como es la Rand Corporation, encargada de la operación del rancho Fox y, por si fuera poco, el tío de Jeff Bush, participa como cerebro de la campaña de Josefina y para colmo odia con odio panista a Calderón.
Los antecedentes de Josefina como coordinadora de la campaña presidencial de Felipe Calderón, demuestran que le fue impuesta, nunca fue de él y por qué inmediatamente fue desplazada por Juan Camilo Mouriño, al ganarse no solo la cercanía del candidato. Con la representación de la familia Fox-Sahagún, FS, fue secretaria de desarrollo social y coordinadora de los diputados panistas de la dupla FS, que nunca promovió las reformas de Calderón.
El español, Mouriño, pertenecía al mismo establo que la Vázquez Mota; baste recordar que Iván fue designado como diputado presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, una posición de carácter estratégica, otorgada por el poder omnímodo de la señora Marta Sahagún. Asesinado el delfín de Calderón, se quedó sin sucesor. En shock, no pudo ni quiso crear un candidato. Tanto por no tener competencia a su lado, como por dejar pasar el tiempo. Mientras las candidaturas del PRIPRD a favor de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, cobraban realidad y distancia. A la par que Calderón no pudo en ningún momento imponer a Manlio Fabio y a Marcelo, como opciones suyas.
Para colmo, cuando quiso reaccionar, ya era muy tarde, Josefina y Santiago, se fueron por la libre y hasta este momento crucial no ha podido disciplinarlos. Calderón, logró imponer a la señora Wallace a los panistas capitalinos. Veremos si puede imponer a la militancia panista nacional a Ernesto Cordero, sin provocar una rebelión o la fractura del PAN, entre la mayoría que apoya a Josefina Vázquez Mota
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